domingo, 26 de mayo de 2013

final alternativo de El Héroe perdido


Hacía tiempo que queríamos escribir esto, por que Rick al ser una personita muy cruel no nos dió el regreso de Percy hasta La marca de Atenea. Hemos decidido pensar como sería si volviese en El Héroe perdido.

-Así que… empezamos alardeando, ¿eh? ¡Como en los viejos tiempos! Muy bien, semidiós. Soy Porfirio, rey de los gigantes e hijo de Gaia. En la Antigüedad, salí del Tártaro, el abismo de mi padre, para desafiar a los dioses. Secuestré a la reina de Zeus para provocar la guerra.- Sonrió mirando la jaula de la diosa- .Hola, Hera.
-¡Mi marido ya te destruyó una vez, monstruo!- dijo Hera-.¡Y lo volverá a hacer!
-¡No me destruyó, querida! Zeus no era lo bastante poderoso para matarme. Tuvo que recurrir a un insignificante semidiós para que le ayudara, e incluso entonces estuvimos a punto de vencer. Esta vez terminaremos lo que empezamos. Gaia está despertando. Nos ha provisto de muchos criados buenos. Nuestros ejércitos sacudirán la tierra… y os destruiremos de raíz.
Jason miró el corro de monstruos que esperaban impacientemente a que su amo les diera la orden de hacerlos pedazos. La sierra circular de Leo seguía relinchando, y Piper seguía hablando, pero parecía inútil. La jaula de Hera estaba prácticamente llena de tierra hasta arriba.
-¡Soy el hijo de Júpiter!- gritó, y, para impresionar, invocó a los vientos y se elevó unos centímetros del suelo-. Soy hijo de Roma, cónsul de los semidioses, pretor de la primera Legión.- Por un instante, Profirio incluso pareció inquieto.
-Yo maté al monstruo marino de Troya- continuó Jason-. Yo derribé el trono negro de Cronos y destruí al titán Críos con mis propias manos. Y ahora voy a destruirte a ti, Profirio, y a darte de comer a los lobos.
-Jo, tío- murmuró Leo-. ¿Has estado comiendo carne roja?
Desde el otro lado del claro se oyó otra voz.
-¡ Soy hijo de Poseidón!- gritó la voz. Todos se giraron para ver de donde venía- ¡Yo derroté al Minotauro, vencí en un combate al dios de la guerra y recuperé el rayo maestro de Zeus! ¡Crucé el Mar de los Monstruos, derroté a Atlas y atravesé el laberinto de Dédalo! ¡Yo vencí a Cronos y se me propuso ser inmortal y residir en el Olimpo! Pero no estamos aquí para alardear ¿No?- Un adolescente de pelo negro y vestido con una camiseta morada estaba encima de una colina. Cuando empezó a correr hacía donde estaban, Jason pudo ver que detrás de él, numerosos guerreros apropiados con gladius, lanzas y escudos iban también en su ayuda. La legión venía en rescate, y Percy Jackson los había guiado hasta ellos.

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